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Efectivamente, un golpe militar es algo deleznable que no acontecía en América Latina desde 2001, creo, según le oí y vi comentar al Ministro de Relaciones Exteriores español, Moratinos.
La maniobra de las diferentes dictaduras constitucionales que, precisamente porque han salido de las urnas (como Hitler también), no han podido cambiar el día por la noche de un sopetón, como sucede con una revolución, consiste en someter a plebiscito (inconstitucional) "la opción" de ampliar el tiempo de mandato presidencial o de hacerlo vitalicio. Sin embargo, el intento de plebiscito o consulta que obsesionó al último lehendakari Sr. Ibarretxe y que no llegaba tan lejos, fue rechazado en Las Cortes españolas.
La manipulación del voto electoral en Irán, la represión y el asesinato de los que osaron protestar en las calles, han sido obvias y todo el mundo lo ha visto, de la misma manera que ahora vemos las refriegas en Tegucigalpa.
¿Por qué El Mundo Primero, Justo, Civilizado, atento a "cualquier" desatino que vaya en contra de la democracia y la libertad, tarda tan poco en reaccionar ante ciertas cosas y ante otras se lo piensa durante semanas y semanas hasta que la represión interna en el país en que suceden los acontecimientos ahoga cualquier esperanza? ¿Por qué incluso desoye las peticiones de ayuda?
¿Qué extraña elasticidad existe en los baremos que siguen para juzgar una cosa y la otra?
Desgraciadamente por esta senda podríamos caminar muy lejos y no llegar a ningún lugar, o llegar a sitios tenebrosos y vergonzosos.
(C) 2009 David Lago González
2 comentarios:
Muy bueno tu post, David hay que tener muy en cuenta que el mundo es muy clasista si matan a un simple ciudadano que importa, ahora si en cambio es un presidente ya se moviliza todo el mundo y le ofrecen abrigo inmediato sea de la corriente que sea, como pasa con el pichón de dictador de Zelaya.
Sigo tu blog. Saludos.
Gracias.
Sí, en realidad es una verdad universal. Por ejemplo, en nuestro caso (cubano)hay una clara injusticia que se aplica fácilmente a cuando hay que acoger (asilar, permitir entrar al país) a un simple ciudadano de a pie o a alguien que ha estado viviendo a costa de la Revolución o representándola (guardaespaldas, militares, dirigentes, etc., lo que sea). Para mí es incomprensible.
Saludos.
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